LOS PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD
- Garantizar la seguridad propia
De nada sirve rescatar a un trabajador colgado en un grúa si le cuesta la vida a un rescatista. Hay que garantizar, en la medida de lo posible, la seguridad del equipo de rescate y de los demás actuantes, por supuesto la del accidentado también.
Es muy importante tener en cuenta que es más importante la calidad en las manipulaciones y el transporte del accidentado que la rapidez.
Primero retirándole del peligro sin someterle a nuevos daños, además de estabilizarle y prestarle los primeros auxilios.
Como en cualquiera de las actuaciones de rescatistas existen unos peligros en los que esta envuelta la víctima. En este caso, el primero es la altura pero pueden existir otros, y además de garantizar nuestra seguridad tendremos que hacer seguro el lugar, adoptando las medidas para disminuir o anular esos riesgos, tanto para la víctima como para nosotros.
Analizar fríamente cada caso e interpretar llegar a soluciones sencillas. La simplicidad es seguridad, aunque en operaciones de rescate el alto riesgo con peligro en la evacuación de la víctima, no sea, ni mucho menos fácil.
Cualquier sistema de seguridad resulta redundante, es decir, repetido. Etimológicamente se trata de una conexión paralela de dos sistemas que en un principio son iguales.
Volvemos a "redundar". El grupo de rescate debe hacer una segunda revisión de todas las instalaciones; si los montajes son simples y están ordenados nos evitarán pérdidas de tiempo que en estos casos pueden ser vitales.
- Ahorro y esfuerzo de tiempo
Siempre que se pueda y como mencionamos anteriormente, deberemos intentar hacer primero lo más sencillo. Siempre es más fácil y simplifica los sistemas de rescate, descender a las víctimas que izarlas.
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